Eres bienvenido aquí, solo tú.

Supongo que esto no será leído por nadie -al menos de momento-, pero creo que todo lo que empieza un nuevo ciclo necesita una bienvenida, que en algunos casos es grande y en otros pequeña. En este caso específicamente prefiero que sea más bien pequeña e inadvertida. Algo retraído para alguien retraído como yo.

No es ético decir de lo que voy a hablar en este blog, ya que al decirlo lo único que voy a hacer es ponerme etiquetas, así que en realidad iré escribiendo entradas sobre lo que me apetezca o lo que me vaya apeteciendo. No tiene sentido hacer un blog, por ejemplo, de fútbol solamente, ya que no refleja el alma de la persona. ¿Desde cuándo un alma solo abarca un tema de este mundo, como puede ser senderismo? Nadie posee un alma así, pero demuestra al mundo que está empercudida de oportunismo.

Pues eso, que al final, si esto tiene éxito y no lo abandono como miles de proyectos interminables, acabaré siendo etiquetado: me llamarán rockero, comunista, raro, poeta, hipócrita, filósofo... cuando en realidad solo soy uno que abarca muchas características. Yo soy uno, y ese uno es un bohemio personificado, aunque en realidad eso es otra etiqueta. No quiero que me pongan etiquetas, pero yo mismo me pongo una. Ya sabéis el por qué de la etiqueta de hipócrita de más arriba.

En fin, dilemas enrevesados para un mundo enrevesado.

PD.: No me gusta la filosofía. Bueno, sí hay una que me gusta: la mía.